Con seis estatuillas en ocho nominaciones fue la noche de
Bruno Mars en el
Teatro Microsoft de Los Ángeles, California, donde se realizó la 44 edición de los
American Music Awards.
Gracias al extraordinario éxito de su tercer disco "
24k Magic", el cantante hawaiano, considerado por muchos como el heredero de
Michael Jackson, aplastó a la competencia, al ganar los premios Artista del Año, Video del Año con "
Eso es lo que me gusta"; Mejor álbum pop/rock, mejor artista soul/R & B, mejor artista pop/rock masculino, mejor álbum soul/R & B y mejor canción soul/R & B con "
That's What I Like". Y si el intérprete de "Marry You", que no retiró los premios, siendo el gran ausente a la ceremonia, dominó en el pop,
Keith Urban, esposo de
Nicole Kidman, hizo "tripleta" en el country-rock, llevándose tres estatuillas (Mejor artista masculino, Mejor canción y Mejor álbum).
También fueron premiados
Shawn Mendes,
Niall Horan y el archifamoso "
Despacito" de
Luis Fonsi, mientras que entre las mujeres reinaron
Lady Gaga (conectada desde Washington, donde presentaba su
Joanne World Tour, ya recuperada de sus recientes problemas de salud), ganadora de la categoría de artista femenina pop/rock, y
Beyoncé en soul/R & B.
Entre las actuaciones más comentadas, la de
Christina Aguilera, con un emotivo homenaje a
Whitney Houston con "
Siempre te amaré", la banda sonora de "
El guardaespaldas". Sin embargo, quien recibió una lluvia de críticas por su performance fue
Selena Gomez, de regreso en los escenarios unos meses después de su trasplante renal: la estrella del pop, además de su nuevo cabello rubio y vestuario sexy, fue acusada de no cantar en vivo el nuevo éxito "
Wolves". Parece ser que fue un playback indispensable dado que se rumorea que poco antes de salir al escenario, Gomez sufrió un ataque de pánico...