Brad Pitt se está tomando en serio la terapia a la que adiste cada semana después del fin de su matrimonio con
Angelina Jolie. El objetivo es ser un mejor hombre y padre, para lo que el actor de 54 años ha dejado de beber alcohol participando en un programa de recuperación. Lo revela la revista estadounidense "Us Weekly" que describe a Pitt como firmemente decidido a recuperar la relación con sus hijos.
Según una fuente, Pitt vive "calle abajo" de la casa donde viven su ex esposa y sus hijos. Los niños van y vienen entre mamá y papá, incluso si "
nunca son los padres quienes los acompañan, sino los guardaespaldas y las niñeras". Brad no suele salir con ellos, "
prefiere mantener las cosas en privado".
Brad está trabajando duro para luchar contra su adicción al alcohol. "
Va a terapia todas las semanas y lo que más le interesa es mejorarse a sí mismo como hombre y como padre" aseguró la fuente de Us Weekly.