Nacido en Iasi, Rumania, en 1912,
Sergiu Celibidache comenzó sus estudios de música en Berlín en 1939 en la Hochschule für Musik. Se doctoró en la Universidad de Berlín con una tesis sobre Josquin Desprez. Su carrera realmente comenzó en la cima, el mismo año en que completó sus estudios. En 1945, fue nombrado director principal de la Philarmonik Berliner, cargo que mantuvo hasta el regreso de Furtwangler a su antiguo puesto, en 1952.
En 1948, Celibidache dirigió una serie de conciertos con la London Philharmonic Orchestra. También hizo innumerables presentaciones en Italia y otros países europeos, así como en América del Norte y América Latina. Dirigió el Süddeutscher Rundfunk, con sede en Stuttgart, a partir de 1959 y la Filarmónica de Londres de nuevo en 1962-63 y desde 1977. Se convirtió en director de la Orquesta Sinfónica de Radio de Estocolmo en 1962, un ensamble que reconstruyó completamente trabajando allí hasta 1971.
Entre 1973-75 fue el principal director invitado permanente de la Orquesta Nacional de Francia. En 1979 se convirtió en director de la Orquesta Filarmónica de Munich, transformándola en una de las mejores orquestas del mundo. Allí, como había hecho en la Accademia Musicale Chigiana de Siena, impartió clases magistrales de dirección orquestral.
No es fácil clasificar a Celibidache como direcctor. Ciertamente fue reconocido por la naturaleza meticulosa de sus ensayos. En las obras donde se requiere un grado de demostración orquestal, fue capaz de proporcionar un nivel de detalle asombrosamente intenso. Al mismo tiempo, el repertorio alemán estándar parecía ser algo que dominaba naturalmente, y le gustaba describirlo como una creación puramente alemana, musicalmente hablando.
Dirigió las primeras actuaciones del Lamento di Orlando de Günter Bialas. (1986), la Sinfonía No. 3 de Harald Genzmer (1986), la Sinfonía de Peter Michael Hamel en tres partes (1988) y Undine Y Jeux des Tritons de Hans Werner Henze.
Celibidache también escribió su propia música, una notable misa de Requiem, cuatro sinfonías y varias otras obras orquestales, aunque él rechazó permitir cualquier ejecución de estas composiciones. Continuó dirigiendo, a pesar de su enfermedad severa, hasta algunos meses antes de su muerte en 1996.