Carlo Carrà

Carlo Carrà nació en el año 1881, en Alessandria, Italia, y fue un pintor italiano líder del movimiento futurista.

Carlo Carrà ingresó en el ambiente artístico debido a la pasión que sentía por la pintura, a tal punto que, con tan solo 12 años de edad, se marchó de su casa para trabajar como decorador de murales.

En el año 1899, Carrà, establecido en París, se dedicaba a decorar diversos pabellones para la "Exposición Universal", continuando luego con esta tarea en Londres, donde mantenía contacto con algunos exiliados anarquistas italianos.

Luego regresa a Milán e ingresa en la Accademia di Brera, donde estudia con Cesare Tallone.

Concluídos sus estudios, se inicia una época pictórica considerada la más popular del artista.

El comienzo de su período, la época futurista, acabó por coincidir con el inicio de la Primera Guerra Mundial, en donde su trabajo comenzó a ser más claro en formas y estilo.

Al llegar los años 20´s y 30´s, Carlo inicia un período más sombrío, como lo muestra en “Mañana en el mar” en 1928.
La obra más famosa de este artista fue "Funeral por el anarquista Galli" de 1911, y el motivo de su título se debe, tal vez, a que el propio Carrà fue anarquista durante su juventud aunque luego se convertiría en ultra-nacionalista.

En su etapa inicial, la obra de Carlo se caracteriza por la aparición de rasgos del romanticismo lombardo y de los paisajistas del Piamonte, a los que hay que sumar notas de la pintura divisionista como en los paisajes pintados en Sagliano Micca durante el año 1908.
Luego, sus composiciones han tendido a una idealización geométrica de la realidad, a veces con un sentido mítico.

Carlo Carrà fue quien describió un nuevo concepto, el de pintura metafísica, y demostró luego con obras como “La habitación encantada”, en el año 1917, en la que el artista crea una atmósfera de misterio y aprehensión mediante el uso de una perspectiva renacentista exagerada y de una luz amenazadora.

Aproximadamente desde esta época, Carlo se ha dedicado al paisaje con un estilo cada vez más naturalista, como sus últimas obras que muestran la influencia de Giotto y de Paul Cézanne.